
Nuestras extraordinarias distribuidoras transmiten el orgullo de lo que representamos, nuestro propósito, en su vida cotidiana y están aquí para decirle al mundo que la belleza significa mucho más que el labial, la belleza viene del interior.
Ser distribuidora Avon es más que una oportunidad de negocio, es una nueva forma de vivir la vida y expresar al mundo entero tu independencia. ¡Únete!
Pasar de aspirante… a jefe de belleza
En estos tiempos de incertidumbre, a veces es necesario renunciar a los sueños y encontrar soluciones que puedan facilitarte ingresos. ¡Pero trabajar con Avon significa que puedes hacer algo que te gusta y te apasiona, sin renunciar a nada, durante todo el día!
De simple trabajadora... a mujer de éxito
Toma tus propias decisiones como distribuidora de Avon. Sigue tu instinto de negocios. Alcanza el éxito a tu ritmo.
La belleza de ser distribuidora es que no hay límites que detengan tu creatividad, ¡al menos no en lo que hacemos! Tú decides cómo quieres dirigir tu negocio e interactuar con tus clientes de la manera más efectiva.
De exceso de trabajo... a profesional independiente
Puedes decidir cómo quieres desarrollar tu negocio: ahora con las nuevas herramientas digitales cualquier distribuidora puede vender a cualquier hora, a través de la venta digital o si prefieres un enfoque más tradicional e interpersonal, puedes vender tus productos visitando a tus clientes en su domicilio.
De ama de casa... a empresaria en tu hogar
Sin duda tener hijos es el mejor trabajo del mundo, pero ¿no te gustaría crear algo de la nada que sea gratificante al instante? Ser distribuidora de Avon te permite hacer ambas cosas, así no tienes que perderte nada en la vida de tus hijos mientras tienes un día gratificante de trabajo desde la comodidad de tu hogar.